Miles de aficionados se agolpan durante tres días al Hard Rock Stadium para disfrutar por primera vez en la historia en la Ciudad Mágica de una carrera válida por el campeonato mundial de Fórmula 1
Por Patricia Zelikoff y Luis F. Sánchez
The Miami Line News
Una extraordinaria expectativa general despierta el Crypto.com F1 Grand Prix de Miami, que culmina el domingo en el Hard Rock Stadium.
En los dos primeras días que se abrieron las puertas al público, viernes y sábado, una concurrencia masiva llenó las gigantescas instalaciones del gigantesco campus del Hard Rock Stadium en Miami Gardens.
Los boletos se agotaron el mismo día que fueron puestos a la venta y los más baratos costaban 690 dólares, válidos para los tres días. Esto resultó sorprendente porque la F1 nunca despertó gran pasión en Estados Unidos, a diferencia del resto del mundo.
La capacidad de las tribunas instaladas en torno a la pista de carreras de 5.4 kilómetros de extensión supera las 80,000 localidades por día y aunque se estima que unas 240,000 personas asistirán en total al primer evento en la historia de F1 en Miami, los organizadores estiman que la cifra sobrepasará los 300.000 aficionados porque hay muchos espacios de recreación para que los aficionados puedan participar de la fiesta.
Tradicionalmente, la Fórmula 1 ha tenido poca acogida en Estados Unidos, donde NASCAR y la Serie Indy acaparan la atención de los aficionados. En el resto del mundo, la F1 es el deporte automotor más importante.
En Miami, sin embargo, se ha demostrado que existe un notable interés por la F1. Los aficionados están al tanto de los pilotos como el monagués Charles Leclerc, líder de la clasificación; el séptuple campeón mundial, el británico Lewis Hamilton; los españoles Fernando Alonso, dos veces campeón del mundo, y Carlos Sainz, hijo del campeón mundial de rallies del mismo nombre; y el mexicano Sergio “Checho” Pérez, quien participa con una fuerza extrordinaria.
La inversión que han hecho los Dolphins para montar este espectáculo es cuantiosa y muchos temían que los organizadores corrían un gran riesgo. A la hora de la verdad, la respuesta del público es majestuosa y, como de costumbre, Miami ratifica su capacidad para ser anfitrión de los eventos más interesantes del mundo como el Super Bowl, Art Basel, el Boat Show y el Maratón de Miami.