Lionel Messi en el Mundial de Rusia 2018. (Foto: Twitter de la FIFA).
Por Luis F. Sánchez
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Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los “darlings” del Mundial de Rusia 2018, quedaron fuera de la Copa luego que el sábado 30 de junio, Portugal cayera 2-1 contra Uruguay y Argentina 4-3 frente a Francia.
Los Blues y los Celestes se enfrentarán en cuartos de final, el próximo viernes 6 de julio. En cambio, Cristiano y Messi empezarán de inmediato sus vacaciones.
Mientras, el domingo 1 de julio se disputarán dos partidos de vida o muerte. España chocará contra Rusia y Croacia se enfrentará a Dinamarca.
En el fútbol como en la vida, a rey muerto, rey puesto.
Si Cristiano y Messi no brillaron como lo hacen con frecuencia en Real Madrid y Barcelona, en uno de los duelos más admirados en la historia del fútbol mundial, hay otras figuras que sobresalieron a un altísimo nivel.
Tales fueron los casos del uruguayo Edinson Cavani y el francés Kylian Mbappe, con dos goles cada uno.
Edinson Cavani celebra su segundo gol en el partido que Uruguay venció 2-1 contra Portugal, el sábado 30 de junio del 2018 en el Mundial de Rusia 2018. (Foto: Twitter de la FIFA).
Cavani fue el encargado de traducir en la pizarra el heroico esfuerzo defensivo charrúa.
A los 7′ se produjo una extraordinaria triangulación a larga distancia. Desde la banda derecha, Cavani cruzó la pelota a Luis Suárez, quien regateó a un rival y sacó un centro dentro del área, que conectó de cabeza el mismo Cavani para abrir el marcador.
Esta conquista marcó el tono del partido. Portugal se fue con todo al ataque, mientras Uruguay se defendía con orden.
La estrategia le dio resultados a los sudamericanos hasta los 55′ cuando en una jugada prefabricada de tiro de esquina de los europeos le llovió un centro a Pepe, quien de cabeza superó al arquero Fernando Muslera para la igualdad transitoria.
En el único remate uruguayo al arco contrario en todo el segundo tiempo, Cavani sacó un disparo en primera a los 66′ para sellar el triunfo de su escuadrón, y el cuarto consecutivo en Rusia 2018.
Es la primera vez en su historia mundialista desde 1930, en la primera Copa disputada en suelo charrúa y que precisamente la ganó el equipo de casa, que Uruguay consigue cuatro victorias seguidas en el inicio del Mundial.
Gracias a ello, la celeste deberá enfrentar a Francia en los cuartos de final, el próximo viernes 6 de julio.
Kylian Mbappe (10), de Francia, enfrenta a Nicolás Tagliafico (3), de Argentina, el sábado 30 de junio del 2018 en el Mundial de Rusia 2018. (Foto: Twitter de la FIFA).
Será un partido entre ataque y defense. Los Blues vienen de hacerle cuatro goles a Argentina, con una brillante actuación de Mbappe.
Los tantos franceses fueron obra de Antoine Griezzmann (13′) tras convertir un penal que cometió Marcos Rojo contra Mbappe. Luego aumentaron Benjamin Pavard (57′) y Mbappe (64′, 68′).
La albiceleste, por su parte, anotó con Angel di María (41′), Gabriel Mercado 48′) y Sergio Aguero 90+3′).
Argentina mostró mucho corazón, pero no llegó al Mundial en buenas condiciones y al final pagó el precio de una eliminación temprana para un equipo que siempre aspira a ganar la Copa, más aún teniendo a un figura como Messi.
El entrenador Jorge Sampaoli, sin embargo, no supo encontrar el equipo ni el planteamiento adecuados. Los tres goles que le marcó a Francia pueden dar una lectura equivocada y un equilibrio que no existió en la cancha. La defensiva albiceleste cometió muchos errores y nunca encontró la fómula para frenar a los veloces galgos francesas.
Ahora, Francia aparece como uno de los candidatos más Fuertes para seguir avanzando aunque con Uruguay la tendrá un poco más difícil.
No hay que olvidar que los celeste mantienen el mismo entrenador, Washington Tavarez, quien está en el cargo desde el 2006 y tiene bien definida su manera de jugar.
Argentina, en cambio, desde el 2006 hasta ahora ha tenido siete técnicos; Alfio Basile, Diego Maradona, Sergio Batista, Alejandro Sabella, Gerardo Martino, Edgardo Bauza y Sampaoli. El resultado es un remedo de equipo que fue se ha convertido en una sinfonía inconclusa.
