Por Luis F. Sánchez
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en francés), en un veredicto contradictorio, injusto y con vaguedades suspendió 14 meses a Paolo Guerrero, el lunes en Lausana, Suiza, y dejó a la selección peruana sin su capitán y mejor jugador para el venidero Mundial de Rusia 2018.
La escuadra rojiblanca debutará contra Dinamarca, el próximo 16 de junio en un partido que marcará el regreso de Perú a los mundiales después de 36 años de ausencia.
“A las personas que contribuyeron a esta vergonzosa injusticia les digo que me están robando el Mundial y quizá mi carrera también, espero que consigan dormir bien”, dijo Guerrero en un video a Canal N en Perú. “Yo estoy viendo con mis abogados tomar las siguientes acciones”.
Guerrero dio positivo de una mínima cantidad de trazas de cocaine tras el empate 0-0 contra Argentina, el 5 de octubre pasado, por las eliminatorias sudamericanas. Luego de una suspensión provisional de un mes, el 9 de diciembre último la FIFA sancionó al goleador inca con un año fuera de toda actividad futbolística.
El crack peruano apeló, y el 20 de diciembre, la FIFA le rebajó la pena a seis meses, lo cual le permitía a Guerrero jugar el Mundial.
Confiado en probar su inocencia y contra los consejos de algunos, Guerrero apeló la sanción, pero también lo hizo la Agencia Mundial Antidopaje, que pidió un castigo “entre uno y dos años, pero de preferencia 22 meses”.
El 3 de mayo pasado, Guerrero dio su descargo ante el panel de tres árbitros en Lausana. Cuatro días después reapareció con Flamengo de Río de Janeiro en un mítico estadio Maracanã repleto de gente, que había ido a verlo. Guerrero ingresó cuando faltaban 35 minutos para terminar el partido que ganaron 2-0 a Internacional de Porto Alegre, por el Campeonato Brasileño. Jugó muy bien. El domingo último marcó un gol en la derrota 3-2 de los rojinegros contra el Chapacaense.
Todo el optimismo, sin embargo, llegó a su punto final el lunes con el fallo del TAS, que deja muchas dudas, según se desprende del comunicado que emitió este organismo, por sus vacíos, vaguedades y contradicciones:
“La FIFA estableció que el resultado adverso del examen antidoping fue debido a que Guerrero tomó una infusion que contenía una sustancia prohibida. El jugador tuvo algún grado de falta o negligencia, pero no significativa, al cometer la violación antidopaje. El panel confirmó la existencia de una violación de las reglas antidopahe cometida por Guerrero, pero acepta que el jugador no intentó mejorar su rendimiento injiriendo sustancias prohibidas, pero debió haber tomado algunas medidas para prevenir este hecho”.
La contradicción es que si no hubo el deseo de mejorar el rendimiento deportivo, por qué se le castiga con 14 meses y las vaguedades resultan en que hubo “algún grado de falta o negligencia, pero no significativa”, entonces si no se ha comprobado de manera contundente que el jugador trató de sacar ventaja por qué se le sanciona con argumentos que no son sólidos.
El TAS tiene claro que Guerrero no usó cocaina para fines sociales y que el resultado positivo procede de una infusión de hoja de coca, con una minúscula cantidad de este alcaloide. Pese a ello le aplica una sanción que equivale a cortarle las piernas al jugador.
El estudio brasileño Bichara e Motta Advogados, contratado por el goleador peruano para su defense, emitió el lunes un durísimo comunicado: “Guerrero está siendo penalizado y privado del mayor sueño de su carrera y de su país por formalidades y reglas que castigan a inocentes y no contribuyen al deporte justo y al fairplay”.
“Hasta el día de hoy fueron tres decisiones inconsistentes, que demuestran la fragilidad del sistema antidopaje, sus contradicciones y desproporciones. Se comprobó que Guerrero no utilizó drogas sociales, no tuvo el objetivo de mejorar su desempeño y, aún estando en un ambiente controlado por su federación, estos elementos no bastaron para que fuera considerado inocente”.
Poco antes de viajar a Buenos Aires para enfrentar a la Argentina de Lionel Messi, Guerrero se encontraba agripado. Estaba concentraba en el Swissotel en Lima junto a la selección peruana, previo al viaje. La nutricionista le recomendó que se tomara una infusión. Así lo hizo, y al parecer la taza tenía restos de te de coca, que es popular en el Perú.
El camarero que atendió a Guerrero se negó a declarar, pese a los pedidos del goleador. Se asegura de que temoroso de perder su trabajo y ante las presiones de la empresa de cuidar la reputación del hotel, donde se sirve con tazas mal lavadas, dicho empleado no quiso brindar su testimonio. En cambio, el Swissotel envío una carta a la WADA, presumiblemente para deslindar responsabilidades, y el organismo internacional utilize ese document para fortaleces su posición y hundir a Guerrero.
Ahora, el Swissotel es el establecimiento más odiado del Perú, al punto que ha tenido que cerrar temporalmente sus cuentas en las redes sociales y probablemente el Swissotel es el mejor amigo de Dinamarca, Francia y Australia, los rivales de Perú en la primera fase del Mundial en el Grupo C.
En las eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos 1994, el defensor Miguel Angel Rimba, de Bolivia, y el arquero Zetti, de Brasil, dieron positivo de cocaina tras el partido que los bolivianos vencieron 2-0 a Brasil, en La Paz, el 25 de julio de 1993, en la primera derrota del seleccionado brasileño en su historia en eliminartorias mundialistas. Ambos, sin embargo, alegaron que en la concentración en el hotel habían bebido una infusión de te de coca, in vegetal que es muy reconocido por sus beneficios digestivos y por sus propiedades para combatir los estragos que causa la altura.
Tras consider ambos casos, la FIFA determinó que no había habido intensión de sacar ventaja, y ambos jugadores pudieron participar sin problemas en el Mundial de EstadosUnidos.
Con la misma vara, sin embargo, no se ha medido a Guerrero.