Un grupo de niños celebra la noche de Puerto Rico organizada por los Marlins en Miami, el sábado 28 de abril del 2018. Abajo, las damas celebran el momento. Fotos: SuperSport Media.
Por Keyvan Antonio Heydari
Fotos: Supersport Media
Lo hemos visto antes en las Grandes Ligas. Y lo veremos de nuevo en el futuro. Un juego y una noche celebrando la cultura de un grupo hispano.
En este caso tuvo un significado agregado. Pues fue la primera de las noches boricuas de los Marlins organizada después que el huracán María azotó a Puerto Rico el 20 de septiembre pasado.
Los boricuas repetían: “Yo soy boricua, pa’que tú lo sepas” a son de güiro, pandereta y tambora, una típica ‘parranda’ musical, en este caso plenamente disfrutada y compartida.
Chelsea Hernández salió y ahora en vez de la Universidad de Puerto Rico estudia en Miami-Dade College. “Es diferente por el idioma, pero tuve una buena preparación en Puerto Rico”, explicó.
Ernesto Morales asistió con su hermano, esposa y amigos. Ahora incursiona en materia política de organizar a sus coterráneos en la Florida para que sean un bloque efectivo durante elecciones.
Sin embargo, con la llegada de puertorriqueños tras el huracán, toda la Florida ve la nueva migración de los caribeños, ahora conectados por las redes sociales.
Juan Martínez, director de eventos y promociones de los Marlins, explica que en el 2018 asistieron más boricuas – sobre 1500 compraron los boletos especiales – desde que se inauguró la promoción en el 2009.
Además, es la primera noche dedicada a Puerto Rico entre todos los clubes de Grandes Ligas tras María. De los $30 de cada boleto, agrega Martínez, $5-$10 son destinados a las causas benéficas.
Un puñado de niños con la gorra de los Piratas de Pittsburgh, residentes de Wynwood y vistiendo la camisa promocional regalo de la noche, era un equipo llamado los Clemente Pirates. En Miami, la zona de Wynwood está cambiando de un barrio boricua a una zona de galerías de arte. La gorra negra y amarilla represesenta algo de más permanencia: el legado de la figura esencial del deporte boricua. Roberto Clemente fue figura por su excelencia, entrega y solidaridad y el premio humanitario del béisbol lleva su nombre.
Varios vestían camisetas de los Cangrejeros de Santurce, también equipo donde jugaba Clemente en la liga de invierno. José Iván Pérez, natural de Villalba, aseveró: “Post-María, el ejemplo de Clemente, tiene más significado ahora. Recibes lo que das”.
