Por Luis F. Sánchez
Hubiera sido preferible para Manuel Marín, uno de los fundadores de la exitosa cadena de supermercados Presidente, pedirle el divorcio a su esposa luego de enterarse que Jenny Marín sostenía un affair con un amor de su juventud, Camilo Salazar.
En ese caso, el problema se lo hubiese pasado a la pareja de amantes prohibidos, pues la esposa de Salazar hacía tres semanas que había dado a luz a un niño.
Al parecer, pudo más el ego, el orgullo herido y la pasión inútil, porque ahora Manuel Marín, el empresario triunfador, es acusado de orquestar la muerte de su rival.
No fue una muerte fulminante la de Salazar. Todo lo contrario. La policía de Miami-Dade informó que la víctima fue torturada, degollada y quemada en la entrepierna. Es decir, el próposito era castigarlo y darle en lección en la zona del delito.
Según las investigaciones de la policía, Manuel Marín se valió de su amor al deporte para hacer realidad su venganza.
Marín, de 64 años de edad, era un apasionado de las artes marciales mixtas y, precisamente, la policía de Miami involucra en este crimen a tres personas ligadas a este deporte.
- El exmedallista cubano Alexis Vila Perdomo, quien se adueñó del bronce en lucha en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y luego escapó a Estados Unidos para enrolarse en el profesionalismo de las artes marciales mixtas.
- El exguerrero de artes marciales mixtas Ariel Gandulla.
- El entrenador y promotor de artes marciales mixtas Roberto Isaac.
El asesinato de Salazar se cometió el 1 de junio del 2011 y tres días después, Manuel Marín viajó a Francia desde el aeropuerto de Palm Beach.
De acuerdo a la policía, Marín llevó a su esposa a Bimini, el 29 de mayo del 2011 en un viaje en yate largamente planeado, Regresaron el 1 de junio, y Jenny Marín dijo que el día del retorno a Miami Manuel recibió varias llamadas telefónicas. Mientras Manuel salía apuradamente del yate, su esposa trataba de contactarse por teléfono con Salazar.
De acuerdo al rompecabezas armado por la policía, el 1 de junio, Salazar fue secuestrado por Vila, Isaac y Gandulla y llevado donde Manuel Marín. Luego sería asesinado y su cuerpo arrojado en Okeechobee Road, en el Noroeste y la 137 avenida.
Tres días después, Jenny Marín vio que su esposo salió de la casa. Ella advirtió que no estaba su pasaporte. Poco después recibió una llamada de larga distancia y Jenny presume que Manuel se encuentra escondido en España, donde tiene familiares.
Gandulla también se halla como no habido y Vila, quien se encuentra detenido, tiene una cita con el juez el lunes 29 de abril para solicitar libertad bajo fianza. Pero el fiscal pide que no se le sea concedida esa opción porque hay peligro inminente que viaje a Cuba, desde donde jamás podría ser rescatado, por lo menos mientras dure el actual régimen en la Isla.
En un comunicado, los Supermercados Presidente señalan que la relación actual de Manuel Marín con la cadena de 30 tiendas es mínima y piden el esclarecimiento de los hechos lo más pronto posible. Se estima que las ventas de la cadena suman alrededor de $1,000 millones al año. Los registros del estado señalan que el hijo de Manuel, Yaddiel Marín, administra algunas de esas tiendas.