Por Luis F. Sánchez
Donald Trump escribió en un tuit el sábado 21 de abril que está considerando darle el perdón póstumo a Jack Johnson, el primer campeón mundial negro de los pesos pesados en la historia del boxeo.
El presidente de Estados Unidos dijo que Sylvester Stallones, el actor y creador que inmortalizó la serie de siete películas del boxeador Rocky, lo llamó para interceder por el legendario campeón, quien sufrió con prisión las leyes de discriminación racial de la época.
Desde el 2004, el senador John McCain, quien fue candidato a la presidencia de la república que ganó Barack Obama, junto con otros legisladores y el cineasta Ken Burns trabajaron por el perdón de Johnson.
En el manejo de los perdones en Estados Unidos, muy pocas veces se toman en cuenta a los ya fallecidos, sino que se da prioridad a los vivientes, por eso es que se dificultó el indulto póstumo al gran boxeador nacido en Galveston, Texas, en 1878.
A inicios del siglo pasado el problema racial en Estados Unidos era muy fuerte. Johnson surgía como un grandísimo boxeador, pero se temía que si se convertía en campeón mundial podría ser un estímulo para las reivindicaciones que pedían los afroamericanos.
En 1908, Johnson tuvo que irse a la lejanísima Australia para retar al campeón Tommy Burns. El 26 de diciembre de ese año, Johnson derrotó por puntos a Burns y se convirtió en el primer campeón mundial negro.
Johnson no era para nada tímido, y por el contrario le gustaba lucir sus logros, su auto descapotable, sus joyas y, lo peor, las mujeres blancas. Era como echar sal a la herida. Se dice que su actitud inspire lo que se llamó “La Gran Esperanza Blanca”, es decir, la búsqueda de un boxeador blanco capaz de destronar a un afroamericano, quien además se vanagloriaba de sus éxitos.
Entonces había una ley llamada Mann Act que castigaba a las parejas inter raciales que cruzaban la línea fronteriza de un estado a otro, sobre todo un hombre negro con una mujer de diferente raza, por lo general blanca. La ley, que se presentaba como un arma contra la prostitución, en realidad estaba redactada de manera vaga y en el fondo el propósito era impedir que hombres de raza negra estuvieran con mujeres blancas.
El triunfo de Johnson sobre James Jeffries, en el 2010, desató una serie de revueltas en todo Estados Unidos y varios negros fueron ahorcados. Muchos temían que con Johnson como excusa la situación podría escaparse de las manos. Había que pararla de cualquier manera.
Johnson facilitó las cosas al casarse tres veces con mujeres blancas. En 1913 se le aplicó el Mann Act al campeón por haber cruzado la línea estatal con una mujer blanca y estuvo preso durante 366 días. Esta misma ley se le aplicó al padre del rock & roll Chuck Berry, quien siempre se sintió dolido por habérsele aplicado esa misma ley y haber tenido que pasar un año entre las rejas por haber cruzado la línea fronteriza estatal con una mujer blanca.
Muchos han quedado desconcertados por la decisión de Trump de perdonar a Johnson, algo que no hicieron ni Bill Clinton, George W. Bush y el propio Obama, el único presidente afroamericano en la historia de Estados Unidos.
La explicación de la súbita decisión de Trump puede obedecer al cariño que le tiene a Stallone, quien respaldó al billonario desde siempre. Otros aseguran que Trump quiere dar otro puñetazo en la mesa y enviar un mensaje equivalente a “aquí mando yo”.
Johnson perdió el título mundial contra Jess Willard, por KO en el round número 26, el 5 de abril de 1915 en un ring improvisado en el Hipódromo de Marianao en La Habana, Cuba.
Muchos creen que, acosado por las presiones, Johnson finalmente decidió ceder. La pelea se realizó a mediodía y lo que sorprende a todos son las fotos legendarias en la que se aprecia claramente a Johnson, tendido en la lona, cubriéndose los ojos de los rayos de sol que le caín directamente. ¿Cómo podía ser que un hombre fuera de combate se cubriera los ojos del sol?
Hasta aún después de muerto en un accidente automovilístico en 1946, Jack Johnson continúa siendo material de controversia.