Por Luis F. Sánchez
Erislandy Lara se quedó con la sensación de que lo despojaron de la victoria y de inmediato pidió la revancha, al igual que su mánager Luis de Cubas Jr.
El cubano perdió una encarnizada pelea unificatoria del título mundial de los medianos contra Jarrett Hurd, la noche del sábado en el Hard Rock Hotel & Casino ante 2,579 aficionados en el escenario de Las Vegas.
Ahora Hurd luce los cinturones de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y la Organización Internacional de Boxeo (OMB). Los dos primeros se los ganó al cubano.
Hurd (21-0, 15 KOs) inclinó la balanza a su favor a 15 segundos del décimo segundo y ultimo round cuando lanzó a Lara (25-3-2, 14KOs) a la lona con un gancho de izquierda. El cubano tenia el ojo derecho cerrado y sangrando, producto de los golpes del estadounidense, y de seguro tuvo dificultades para ver ese puño que se estrelló de lleno en su rostro y lo envió al hospital al final del combate para un chequeo.
Las tarjetas de los jueces arrojaron un resultado tan apretado -dos jueces 114 a 113 a favor de Hurd y el otro la misma puntuación pero para el cubano-, que no cabe duda que ese golpe final cambió el fallo de la pelea.
“Aparte del último asalto, yo gané la pelea fácilmente”. aseguró el guantanamero. “Un solo puñete no decide una pelea. Cien por ciento quiero la revancha. El problema era el corte en el ojo, que me impedía ver en el último round”.
La pelea fue sumamente pareja y a diferencia de otros combates, Lara salió decidido a atacar frente a un rival que lo superaba en envergadura. Hubo mucho intercambio de golpes, y para gran parte del auditorio fue el mejor combate de boxeo que se ha realizado en lo que va del año.
Hurd, sin embargo, tiene sus propias metas y dijo no interesarle una revancha con el cubano.
“No necesito una revancha”, dijo el boxeador de Maryland. “Hice lo que tenía que hacer en el momento que debía, eso hay que dejarlo claro”.
De Cubas Jr., en cambio, aseguró que Lara volverá más fuerte que nunca y que el sábado el gran ganador fue el aficionado.
“Fue una pelea de perros, la mejor en lo que va del año”, enfatizó Cuba Jr. “Honestamente creo que Lara ganaba por tres puntos hasta el último asalto, pero hay que darle crédito a Hurd. Esta es la clase de peleas en la que el único ganador es el aficionado. Lara quiere que su próximo combate sea contra Hurd y eso demuestra la clase de boxeador que es. Luchó de igual a igual con un hombre de 6.1 pies y 190 libras. Hay que respetar eso. Lara volverá pronto en una gran programación”.