Por Luis F. Sánchez
Fotos: Andrea Yanez y Hugo Ivan Munoz
Jugando con seriedad y madurez, el estadounidense John Isner de 32 años de edad venció 6-7 (4), 6-4, 6-4 al veinteañero Alexander Zverev, la tarde del domingo en el ultimo partido individual del Miami Open en el Crandon Park, en Key Biscayne, para conquistar su primer torneo de Masters 1000.
La victoria significó un premio de $1,340,860 para Isner y $654,380 para Zverev.
El partido fue un cierre con broche de oro a los 32 años de historia del Miami Open en Key Biscayne. Fue el enfrentamento entre la paciencia y el arrebato.
“Aprecio mucho a Zverev, lo conozco desde que él tenía 14 años y practicábamos juntos en Tampa”, comentó Isner en el podio. “Yo sabía que él iba a ser un gran producto en el tenis. Aprecio que me haya dejado ganar mi primer título de un Masters 1000 y del torneo de Miami”.
En verdad, Zverev no le regaló nada a Isner. Corrió todas las pelotas, puso el corazón en la lucha de cada punto y si el estadounidense ganó fue porque puso en los momentos decisivos eso que solo dan los años y que se le conoce en el nombre de experiencia.
“Muy merecido es el título conseguido por John”, enfatizó el joven alemán. “Desde que lo conocí cuando yo tenía 14 años siempre se mostró dispuesto a enseñarme. Yo tengo muchos años por delante [para ganar grandes torneos]”.
- El alemán se enojó tanto cuando estrelló la pelota contra la red y perdió el game tiró la raqueta al piso y la rompió. El público lo reprochó con in sonorísimo abucheo.
A diferencia de su maestro, Zverev ya disfrutó el sabor de haber conseguido un torneo de Masters 1000, en realidad dos, en Roma y Montreal, en donde derrotó a dos monstrous del tenis, el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.
El domingo, sin embargo, se encontró con un Isner que jugó virtualmente sin errores, no perdió su servicio en todo el partido, lo cual revela un altísimo nivel de concentración y eficiencia, y en los momentos clave mantuvo la presencia de ánimo para quebrar a un joven con todo el hambre de gloria que existe en en mundo, pero también con el apuro para hacer volar por los aires las mejores oportunidades que tuvo para inclinar el juego a su favor.
Isner tuvo frases de aliento para el joven Zverev, a quien venció el domingo en 2.29 minutos de juego.
“Tienes solo 20 años y soy testigo de todo el esfuerzo que pones en el tenis”, le dijo Isner a Zverev durante la premiación. “Mereces lo que estás logrando. Sigue empujando y estarás siempre arriba”.
En el primer set ambos jugadores mantuvieron su servicio y el alemán solo pudo inclinar la balanza a su favor en el tie brake para el 7-6 (4).
Luego, el partido tuvo instantes espectaculares con un Zverev corriendo de lado a lado para responder los balazos de Isner, quien sin embargo le rompió el servicio cuando el partido estaba 4-4. Acto seguido le tocó servir al estadounidense que con seguridad selló el 6-4 que le permitió empatar el juego 1-1 en sets.
En el tercer set, Zverev llegó a salvar cuatro puntos de quiebre en un game para seguir metido en el encuentro, pero en el noveno game perdió el servicio. El alemán se enojó tanto cuando estrelló la pelota contra la red y cedió el game tiró la raqueta al piso y la rompió. El público lo reprochó con in sonorísimo abucheo. A igual que en el set anterior, Isner no desaprovechó su oportunidad y con su saque descomunal metió tres aces para sellar el partido con un 6-4.
Al final, Zverev mostró tristeza por el adiós a Key Biscayne.
“Este es un sitio histórico para nosotros”, precisó el alemán. “De seguro que el el Hard Rock Stadium sabrán replicar esta experiencia”.
Para Isner, en medio de la tristeza, sin embargo, era el turno de ser feliz.
Dobles damas
La australiana Ashleigh Barty y la estadounidense CoCo Vandeweghe ganaron 6-2, 6-1 a las checas Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova para conquistar la corona de doble.