Luis F. Sánchez
Fotos: Hard Rock Stadium
El propietario de los Dolphins de Miami Stephen Ross desarrolla en estos momentos en Nueva York (Río Hudson) el mayor proyecto inmobiliario en la historia de Estados Unidos, por lo que invertir $60 millones en el Miami Open no le asustó en absolutó. Su objetivo es que el torneo se quede en el sur de la Florida.
El lunes se oficializó la permanencia en Miami de uno de los torneos de tenis más glamurosos del mundo, llamado el quinto torneo de Grand Slam.
Ross y Mark Shapiro, presidente de Endeavor, la empresa dueña del Miami Open, anunciaron el acuerdo para mudar el torneo del Crandom Park, al Hard Rock Stadium.
En estos momentos se disputa la última edición del Miami Open en el Crandom Park y el próximo año se jugará por primera vez en el Hard Rock Stadium.
“Mi objetivo era que el Miami Open no se fuera de la ciudad”, afirmó Ross. “Cuando leí la noticia de que iba mudar de inmediato llamé a Mark [Shapiro] y le dije que quería organizarlo. Me respondió que si estaba loco para querer hacer un torneo de tenis en un estadio de football. Argumenté que tenemos el suficiente espacio y así se concretó la idea”.
En enero pasado, comenzó la construcción en una de las areas de estacionamientos del Hard Rock Stadium. Gracias a esta mudanza, el torneo verá a partir del 2019 un importante crecimiento.Tendrá 30 canchas en lugar de las 21 que hay en Key Biscayne, esto incluye canchas con tribunas y canchas solo para entrenamiento.
Serán mejoradas ampliamente las facilidades para los aficionados, jugadores y periodistas.
“Nuestro desafío es replicar la magia que hay en Key Biscayne”, afirmó Fernando Soler, vicepresidente de IMG Tenis, el brazo empresarial de Endevor que se ocupa del torneo. “Ha sido una maravilla el torneo en Crandom Park, no ha habido nada como lo que hacíamos en la isla, pero ahora vamos a mejorar la oferta. Estoy contentísimo con el reto”.
Durante 32 años se realizó el Miami Open en Key Biscayne y en esas más de tres década se escribieron páginas de leyenda en la historia del deporte. Ahí se inició la gran rivalidad ente el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal, ahí Serena William dictó cátedra y ahí los aficionados vivieron momentos apasionantes.
Además tenia un impacto económico superior a los $386 millones anualmente en el sur de la Florida.
“Nunca se nos pasó la idea de dejar Key Biscayne, pero no pudimos hacer nada”, afirmó Shapiro. “Ibamos a mudarnos, pero surgió la visión de Ross y vamos a hacer un torneo mejorado que será manífico”.
Los organizadores querían hacer mejoras por $50 millones en el Crandom Park, que con el paso del tiempo resultaba anticuado. Los herederos de la familia Mathenson, que donó el terreno para el complejo deportivo, mantienen la última palabra para cualquier renovación en el area, y se opusieron a su expansión alegando que iba a alterar la naturaleza del conjunto.
Cuando se cierra una puerta se abre otra, y fue ahí cuando surgió la propuesta de Ross.
“Steve es un visionario, siempre tiene una idea, afimó Serena Williams, quien es socia de Ross en la propiedad de los Dolphins. “Queríamos que el torneo se quedara en Miami. Este torneo es como mi casa. Desde que nos mudamos a la Florida, cuando era niña, mi padre me llevaba al Miami Open y yo veía jugar a Gariela Sabatini, Monica Seles y Steffi Graf y quería jugar con ellas y así ocurrió. Ahora estoy feliz con que el torneo se quede en Miami. Este es el mejor evento para disfrutar”.