Robert Prevost se convierte en el Pontífice 267 de la Iglesia Católica en una gran sorpresa; nacido en Chicago, pertenece a la orden de San Agustín y empezó como misionero en el Perú donde vivió más de 20 años
Por Luis F. Sánchez
The Miami Line News

Una sorpresa increíble resultó la elección de Robert Prevost Martínez como el nuevo Papa, que de inmediato escogió el nombre de León XIV, el jueves 8 de mayo en el Vaticano.
El Colegio Cardenalicio no solo eligió el primer Papa nacido en Estados Unidos, en más de 2,000 años de historia de la Iglesia Católica.
Además, de manera consecutiva, escogió a un Papa sudamericano pues Robert Prevost posee la nacionalidad peruana.

Era poco probable que después del Papa argentino Francisco, el primer pontífice del continente americano, volviera a ser elegido un prelado del Nuevo Mundo, y menos posibilidades había que éste procediera de Sudamérica.
En la cuarta votación, en el segundo día de cónclave, el tradicional humo blanco apareció desde la chimenea de la Capilla Sixtina. Los 133 cardenales finalmente habían tomado la decision, que requería más de 89 votos, es decir las dos terceras partes.
Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el nuevo Pontífice hablando en italiano invocó por la paz, la construcción de puentes de hermandad y la unión.

Acto seguido pidió permiso para expresarse en español.
“Si me permiten, también quiere expresar unas palabras”, dijo León XIV en español. “Un saludo de modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado al Obispo, compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo iglesia fiel de Jesucristo”.
Estas palabras llenaron de emoción a la feligrecía hispanoparlante. En el Perú se produjo un sentimiento profundo por la elección de un Papa con la ciudadanía peruana. De inmediato, las más altas autoridades del país o elogiaron, incluyendo la presidenta de la república, el congreso, los politicos de todas las tiendas y sobre todo aquellos que recuerdan el paso de Robert Prevost por Chiclayo lo señalan como un hombre humilde y preocupado por los más necesitados.

Prevost, de 69 años de edad, ejerció el sacerdocio durante más de 20 años en Perú, en las ciudades norteñas de Chulucanas y Chiclayo, donde fue Obispo. El 2015, Prevost adoptó la nacionalidad peruana.
Nació en Chicago, hijo de padres de origen francés, italiano y español, lo que lo convierte en una latino total.
La formación de Prevost es impresionante. Se licenció en Matemáticas en la Universidad de Villanova, luego obtuvo un máster en Divinidad en el Catholic Theological Union y un doctorado Magna cum laude en Derecho Canónico en la Universidad Angelicum. Su tesis fue sobre la autoridad del sacerdote local.

Se enroló en la orden de San Agustín. Inició su labor pastoral como misionero en el Perú en 1985. Era una época difícil. Hacía cinco años que el grupo terrorista Sendero Luminoso de tendencia maoista había declarado la guerra al Perú y cada vez iba cercando más las ciudades con su avance desde el campo.
Al mismo tiempo, la situación económica estaba descontrolada. La inflación galopaba, el precio del dólar subía todos los días y aquellos afortunados que tenían un trabajo formal gastaban su sueldo tan pronto como lo recibían porque cada día los productos se ponían más caros.
En ese marco, Prevost hizo una labor paciente.
Sor Margarita Flores, una de las religiosas que trabajó con Prevost, tiene un recuerdo imborrable de la labor que cumplió en Perú el ahora Papa León XIV. “Como obispo era una persona muy sencilla, acogedora, sabía escuchar, le gustaba mucho ayudar a los pobres y salía a los diferentes lugares de Chiclayo”, comentó Sor Margarita en una entrevista al Diario Expreso de Perú. “Hay videos y evidencias de su trabajo mancomunado con Cáritas”.