El Coloso muere a los 55 años, el jueves 14 de abril, luego de haber sufrido un terrible accidente de tránsito el lunes anterior en Cali; el tanto que anotó a Alemania en el Mundial de Italia 1990 será recordado por toda la eternidad
Por Patricia Martínez Zelikoff y Luis F. Sánchez
The Miami Line News
Freddy Rincón vivirá para toda la eternidad como el autor del gol más gritado en la historia del fútbol colombiano. El gran delantero murió a los 55 años en la madrugada del jueves 14 de abril en Cali luego de haber sufrido un gravísimo accidente de tránsito, en dicha ciudad el lunes anterior.
Le decían El Coloso y su mayor hazaña se produjo la tarde del 19 de junio, en el estadio Giuseppe Meazza en Milán.
Ese día, Colombia se jugaba la clasificación a octavos de final del Mundial de Italia 1990 contra la poderosísima Alemania, que venía de ser subcampeona en México 1986, y alcanzaría su tercera corona en tierras italianas.
Colombia venía de perder 1-0 contra Yugoslavia y una nueva derrota lo dejaba fuera del Mundial.
Fue un gran partido. Durante 88 minutos, los colombianos le complicaron la existencia a los germanos y el partido estaba empatado 0-0. El resultado servía porque Colombia había vencido 2-0 en su debut a Emiratos Arabes Unidos y con tres puntos le bastaba para ser el mejor tercero.
Eso no bastaba, sin embargo, porque había que sufrir momentos de incertidumbre.
Pierre Littbarski, quien había ingresado al inicio del segundo tiempo, clavó un puñal a Colombia y puso en ventaja a los alemanes.
Parecía que la suerte estaba echada para los cafeteros. En el minuto final, sin embargo, Carlos “El Pibe” Valderrama inició una jugada desde el centro de la cancha, dio un pase a Rincón, este devolvió el esférico y se desplazó por la derecha. El Pibe con la zurda le adelantó el balón al Coloso, quien se perfiló solo rumbo al arco de Bodo Illgner.
La genialidad de Rincón fue su paciencia para definir en el momento culminante. No solo esperó la salida del arquero, sino que aguantó hasta el último instante para que el guardavallas estirara ambas piernas para cubrirle los ángulos. Entonces Rincón apeló a la fantasía y metió la pelota por debajo de las piernas de su rival y el balón pasó por el único lugar en que podía filtrarse para inflar las redes.
En ese instante Colombia estalló. También Latinoamérica y el mundo entero, porque ese golazo no solo era para que lo festejara un individuo o un país, sino todos: era el reflejo de la alegría del fútbol.
La clase de Rincón se paseó por los mejores clubes del mundo. En la década de los años 90 jugó por el Real Madrid, Nápoles, Palmeiras y Corinthians. Había aparecido para el fútbol profesional en el Independiente Santa Fe y siguió su carrera con el América de Cali antes de emigrar al extranjero.
Con la selección colombiana, el Coloso jugó en los mundiales de 1990, Estados Unidos 1994 y Francia 1998. El jueves, el atacante colombiano Rafael Santos Borré dedicó a Rincón el gol que anotó en el triunfo 3-2 del Eintracht Francfort para eliminar al Barcelona en la Europa League.