Por Luis F. Sánchez
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Dos semifinales muy parejas se disputarán esta semana en el Mundial de Rusia 2018. Difícil predecir los finalistas. Si hay favoritos, el margen es mínimo.
Francia vs. Bélgica se enfrentarán el martes 10 de julio en San Petersburgo y Croacia vs. Inglaterra chocarán al día siguiente en el Luzhniki Stadium en Moscú.
Desde Italia 1990, el equipo que derrota a Brasil por lo menos disputa la final.
Si se mantiene esa lógica, los Diablos Rojos darán otra sorpresa y superarán a Francia para meterse en la primera final en su historia.
Tienen las armas, las individualidades, el juego colectivo y la actitud para alcanzar una hazaña sin antecedentes en la historia del fútbol belga.
“Ahora en el fútbol no se ganan los partidos con individualidades sino con juego colectivo”, sentenció el entrenador español de los Diablos Rojos, Roberto Martínez, luego del triunfo 2-1 sobre Brasil el viernes 6 de julio pasado.
Esta declaración de Martínez es valedera, pero el colectivo belga se encuentra respaldado por individualidades formidables como Eden Hazard, Romeo Lukaku, Kevin de Bruyne, Thibaut Courtois, Marouane Fellaine y Vincent Kompany. De esta manera, la máquina roja funciona a la perfección.
Francia también puede considerarse una fuerza que ensambla individualidades y conjunto. Ahí están Antoine Greizmann, Kylian Mbappe, Paul Pogba, Raphael Varane y N’Golo Kanté.
El entrenador Didier Deschamps sabe manejar su grupo humano y como campeón mundial tiene el respeto de sus jugadores. Lo interesante de los Blues es que dan la impresión que no han entregado lo máximo que tienen. Solo se han empleado al nivel que han sido exigido por su ocasionales adversarios.
Contra Argentina aceleró la marcha cuando estaba 2-1 abajo en el marcador y se puso 4-2, hasta que en el minuto final Sergio Aguero descontó el marcador para el 4-3 definitivo cuando el partido ya estaba sentenciado.
Contra Uruguay estuvo muy concentrado y cuando Griezmann anotó el segundo gol francés tras falla del arquero Fernando Muslera, que desmoronó a los celestes, los galos solo se dedicaron a cuidar la ventaja.
Ese juego letal de contragolpe de los belgas de seguro va a obligar a una actuación con enorme cuidado en los detalles, de lo contrario se quedará corto en su pretensión de llegar a la tercera final en su historia.
Mientras, en la otra llave veremos si Croacia puede tener el resto físico suficiente para afrontar una dura semifinal contra Inglaterra.
Los balcánicos definieron su paso en octavos y cuartos de final gracias a la definición por penales luego de batallas de 120 minutos de juego.
Sus astros Luka Modric y Mario Mandzukic parecía que se desplomaban de cansancio y de pronto reaccionaban con una corrido tremenda cuando se daba la oportunidad de un contragolpe. Uno no sabía si en realidad estaban agotados o si trataban de hacer creer a sus rivales que estaban rendidos para que estos se confiaran.
En todo caso, Inglaterra parece decidida a todo y con sus figuras Harry Kane y Raheem Sterling llega más fresca, con solo una definición por penales con Colombia, tras empatar 1-1 en tiempo extra. A Suecia la venció con autoridad.