Por Luis F. Sánchez
Las cheerleaders de los Redskins de Washington fueron obligadas a posar sin la parte de arriba del bikini (topless) frente a un selecto grupo de espectadores en una sesión fotográfica realizada enel 2013 lugar de esparcimientro para adultos, el Occidental Papagayo, en la bahía Culebra en Costa Rica, y luego nueve de las 36 chicas que conformaban la escuadra, fueron forzadas a salir en la noche con algunos de los auspiciadores y clientes de las suites del FedEx Field -donde juegan los Redskins-, que estaban en calidad de invitados.
La información la proporcionó The New York Times en una denuncia publicada el miércoles. El periódico afirma que las porristas que hicieron la revelación fueron cinco y decidieron mantenerse en el anonimato debido a la clausula de confidencialidad que tienen firmada con el club de la NFL.
Esta denuncia se suma a la que días atrás hicieron dos cheerleaders, Kristan Ware, de los Dolphins, y Bailey Davis, de los Saints de Nueva Orleans, quienes afirman que tuvieron que soportar una serie de insinuaciones sexuales y discriminación. Ellas afirman que dentro de los clubes no hubo ningún acto de acoso sexual, pero sí había una actitud permisiva cuando se trataba de alagar a los auspiciadores.
La gerente de cheerleaders de los Redskins, Stephanie Jojokian, negó de manera vehemente que en Costa Rica haya sucedido algo parecido a lo que denunciaron las cinco chicas a The New York Times.
Inmediatamente después que se difundió el artículo, los Redskins hicieron público un comunicado:
“El programa de cheerleaders de los Redskins es uno de los principales entre los equipos de la NFL en lo que se refiere a participación, profesionalismo y servicio a la comunidad”, escribió el club de Washington, DC. “Cada una de las porristas de los Redskins es protegida por contrato para garantizar su seguridad y que pueda desenvolverse en unambiente constructivo. El trabajo que hacen nuestras cheerleaders en la comunidad, visitando las tropas de Estados Unidos en el exterior y apoyando a nuestro equipo en la cancha es algo que la organización de los Redskins y nuestros fanáticos toman con mucho orgullo”.
En lo que se refiere a la acusación de Ware sobre los Dolphins, cabe señalar que el equipo de Miami es muy cuidadoso en el trato con sus cheerleaders y tiene unas políticas muy claras para que el programa no aparezca como una forma burda y sexista de ganar adeptos para el club.
Todo lo contrario, el programa de cheerleaders de los Dolphins tiene por objetivo destacar el talento y actitud de la mujer, sin ninguna consideración de raza, religión o cualquier preferencia. El énfasis es puesto en la labor comunitaria, el apoyo a las tropas estadounidenses en todo el mundo y la sensibilidad social para apoyar las causas de los más necesitados.
Debido a ello, el programa de cheerleaders de los Dolphins es uno de los más apreciados y respetados en el mundo del deporte, y su actividad durante la 0temporada es muy intensa, con más de 400 presentaciones al año.
Carrousel de las cheerleaders de los Redskins