Por Patricia Martínez Zelikoff
Según última información del gobierno de Seúl, Kim Jong-un hará de la clausura del centro de pruebas atómicas un escenario real donde expertos y periodistas extranjeros darán testimonio de su compromiso desnuclearizador.
La decisión fue tomada en el marco de la histórica cumbre intercoreana, llevada a cabo el pasado viernes 27 de abril, donde las dos Coreas se han comprometido a cooperar para establecer una “paz permanente” en la península y a abrir acercamientos con los Estados Unidos para firmar el tan anhelado tratado de “paz definitivo”.
Durante la cumber, Kim Jong-un y el presidente surcoreano Moon Jae-in declararon el final de los 65 años transcurridos desde el armisticio para ser sustituido por un tratado de paz, el cual pondrá fin a la situación de enfrentamiento técnico en la que permanecen el Norte con el Sur y EEUU desde su conflicto.
El 27 de julio de 1953 Norte y Sur dieron fin a la guerra de Corea con un armisticio el cual fue firmado en ese entonces por el ejercito de Corea, donde China y Estados Unidos estuvieron en representación del comando de las Naciones Unidas, y el cual nunca fue reemplazado por un tratado de “paz definitivo”.
Sin embargo son muchas las afirmaciones hechas por expertos donde se considera que las instalaciones de Punggye-ri quedaron irreversiblemente dañadas tras la sexta y más potente hasta la fecha detonación nuclear subterránea realizada por Pyongyang el pasado septiembre.
“Algunos dicen que estamos cerrando instalaciones que están inservibles, pero ya verás que están en muy buenas condiciones”, le dijo el mariscal al presidente surcoreano.
También se han planteado dudas por parte de los analistas con respecto al compromiso de Corea del Norte, por falta de especificaciones en la declaración firmada el viernes con respecto a los mecanismos para implementar el mencionado desarme y ante los malos precedentes de la década pasada.
De la misma manera a finales de este mes o a comienzos de junio Kim tiene previsto establecer en su agenda el encuentro con el presidente de EEUU, Donald Trump, el cual se llevará a cabo en una importante cumbre para tratar también el fin del programa armamentístico norcoreano.
Trump por ahora está evaluando entre dos o tres lugares para el encuentro con su homólogo norcoreano Kim Jong-in. Se descarta de antemano que sea en Estados Unidos.
“Estamos viendo a varios países incluido Singapur, y también estamos hablando de la posibilidad de la zona desmilitarizada”, sugirió el mandatario, y enfatizó: “Hay algo que me gusta [de esta segunda opción] porque estás allí, en realidad estás allí; si las cosas funcionan habrá una gran celebración en el lugar, no en un tercer país”.
“Lo principal es que queremos paz”, dijo Trump en un evento en la Casa Blanca a los periodistas. “Estamos organizando reuniones en este momento y creo que probablemente se anuncie en los próximos días: ubicación y fecha”.
Sería un encuentro único en la historia que dejaría atrás la confrontación iniciada con la Guerra de Corea (1950-1953) y de 25 años de negociaciones fallidas, tratando de ponerle fin al programa atómico norcoreano.