Por Luis F. Sánchez
Para Martín del Potro la jornada del martes tuvo un sabor especial, más allá de haber vencido 6-4, 6-2 al serbio Filip Krajinovic y avanzar a cuartos de final del Miami Open.
“Es la última vez que se juega este torneo en Key Biscayne”, dijo el tenista argentino. “Disfruto el torneo y lo voy a extrañar. Yo siempre me quedo en Brickell y es cerca de Crandon Park. No se cómo será irse para el otro lado, con todo el tránsito”.
Los dueños del Miami Open encontraron obstáculos para remodelar el complejo tenístico que se levanta en Crandon Park, y decidieron aceptar la oferta de mudarse al Hard Rock Stadium, que los convenció con una inversión de $60 millones para unas instalaciones ultramodernas.
Key Biscayne, sin embargo, tiene un encanto único, que durante 32 años ha sido una gran atracción para los jugadores y aficionados, que sienten la enorme nostalgia por la mudanza de un torneo que es considerado como el quinto Grand Slam del mundo.
“Va a ser raro venir a Miami y no jugar en Key Biscayne”, remarcó Del Potro, luego de su triunfo. “Aunque el torneo seguirá en Miami, y siempre jugar aquí es especial”.
En la despedida, el Miami Open no ha podido lucirse con las grandes figuras. Rafael Nadal se ausentó por sus lesiones; Serena Williams, la más ganadora en el torneo con ocho títulos, cayó en primera ronda al igual que Novak Djokovic, el más vencedor de los varones con seis coronas; y Roger Federer, que figuraba como el número uno del mundo, perdió en su segundo encuentro en el Crandon Park.
La oportunidad se le presenta magnífica a Del Potro, quien viene de conquistar su primer torneo de Masters 1000, la semana pasada en Indian Wells, y atraviesa por uno de los mejores momentos de su carrera.
Quién lo hubiese creido. Operaciones en cada una de sus muñecas pusieron en riesgo su continuidad como jugador. Recién reapareció en febrero del 2016 y muchos temían que estaba acabado.
“Hoy soy el número seis del mundo”, exclamó Del Potro luego de vencer a Krajinovic. “Ni yo lo hubiese imaginado hace dos años atrás cuando estuve tan cerca de retirarme y no volver a jugar nunca más”.
La tarde del martes demostró ese coraje que lo caracteriza para vencer la adversidad. Empezó abajo 1-4 en el marcador y parecía perdido.
“Las condiciones del clima eran terribles y el viento hacía que no sintiera la raqueta”, explicó el argentino. “Esto hizo que tuviera un mal arranque. El [Krajinovic] jugó muy bien y yo en cambio estuve errátic o. Felizmente reaccioné enseguida, le rompí el servicio, pronto ya estaba 3-4, empaté, me puse luego 5-4 y cerré bien el set”.
La fanaticada argentina lo apoyaba con enorme fervor en las tribunas y la victoria de Del Potro sirvió en algo para lavar las heridas de la estrepitosa goleada 6-1 que sufrió la albiceleste contra España, el martes en Madrid.
Del Potro solo movió la cabeza cuando se enteró del resultado. Prefirió cambiar de tema y hablar de su gran momento.
“Es linda la sensación de ganar seguido”, afirmó el jugador nacido en Tandil, Argentina, hace 29 años. “Estar en cuartos de final en un torneo como el Miami Open no es poca cosa. Yo sé lo que me está costando. Si no hubiese ganado tanto en los últimos días estaría en mi casa sin dolores, pero prefiero estar aquí”.
El próximo desafío será contra el canadiense Milos Raonic, en el estelar del miércoles. Otro partido interesante será el de la inacabable Venus Williams, de 37 años, contra la también estadounidense Danielle Collins.
Resultados del martes: Johns Isner (EEUU) ganó 7-5 (3), 6-3 a Marin Cilic (Cro); Joao Sousa 6-4, 6-3 a Hyeon Chung (Cor); Frances Tiafoe (EEUU) 6-7 (2), 6-2, 7-6 (1) a Tomas Berdych (RCh); Pablo Carreño Busta (Esp) 6-0, 6-3 a Fernando Verdasco (Esp); Borna Coric (Cro) 7-6 (2), 4-6, 6-4 a Denis Shapovalov (Can); Kevin Anderson (Sud) 7-6 (3), 6-4 a Frances Tiafoe.
Sloane Stephens (EEUU) 6-1, 6-2 a Angelique Kerber (Ale); Victoria Azarenka (Bie) 7-5, 6-3 a Karolina Pliskova (RCh).
Foto:
Cortesía Andrea Yánez